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OBRA CONSTRUIDA

Proyectos regionales
Ganador de categoría
CUENCA REGENERATIVA: COSECHA DE AGUA EN LA CUENCA DE VALLE DE BRAVO-AMANALCO

Cuenca de Valle de Bravo- Amanalco, México;

2017 - actual

 

Empresa que realizó las obras:

El mismo colectivo mediante talleres comunitarios

Autor/es

María de la Mora Rodríguez,  María Fernanda Limón Tamayo,  Hélène Lea Ivonne Carlo, Emiliano García Martin

 

Promotor/es, cliente/es

El Renacer del Campo, Rancho Flor y Canto, Rancho La Ziranda, Procuenca, A.C.

Colaboradores

Leonardo Hernández, Roberto Colín, Laura Agudelo Álvarez, Alberto Cuevas - coordinador del área productiva de Renacer del Campo y de la Ziranda, 

Rene Fonseca Juan - co diseñador y fundador del Renacer del Campo y productor de la Red, 

Ángela Del Prado Hermenegildo - aliada productora de la Red y beneficiaria del “techito”,

 

Clemencia Domínguez Vidal - productora de la Red y beneficiaria del primer Sistema Agroforestal Sucesional de la cuenca alta,

 

Philippe Hochuli (Diseño Ambiental Regenerativo) - aliado de los proyectos,

 

Silvia García Martin - Aliada de la Red y creadora de Flor y Canto, espacio que alberga el “Sillero” y “Tinacal”.

 

Coordinación de comunicación y medios: Lesly Noguerón 

 

Autoría fotografías e imágenes

Mariel Flores Anguiano - ilustración,

Fotografías de: María de la Mora Rodríguez, María Fernanda Limón Tamayo, Helene, Nin Solís y Carlos Castillo

El derecho a habitar el paisaje de una forma regenerativa, requiere una serie de necesidades básicas satisfechas. Mismas que tienen que ver con la congruencia en las relaciones de cuidado entre el ser humano y su entorno. Un vaso de agua, una comida sana y una casa que cobija pueden y deben suceder en cualquier comunidad.

 

La cuenca de Valle de Bravo- Amanalco en el Estado de México es esencial para proveer agua al centro del país, el crecimiento urbano voraz ha representado una fragmentación severa en los socio-ecosistemas, en estos fragmentos, al margen de la expansión urbana, hemos encontrado la fertilidad de lo marginal. 

 

Bajo este manifiesto y mediante el continuo tejido de redes en la cuenca de Valle de bravo Amanalco, creamos un colectivo que ha llevado a cabo las siguientes acciones concretas de acompañamiento y diseño:

 

  • Producción de alimentos bajo prácticas regenerativas 

  • Construcción con materiales sensibles al lugar 

  • Cosecha y manejo de agua en paisaje

  • Manejo agroecológico de suelos

 

Los beneficiarios principales de este proyecto son los habitantes de la cuenca Valle de Bravo-Amanalco. En la búsqueda de facilitar y enriquecer su relación con el sistema alimentario que los nutre, se creó un colectivo que trabaja de la mano de promotores privados, organizaciones civiles y la misma comunidad para diversificar la oferta alimentaria,  cosechar la lluvia y busca el renacer del campo.

 

Se creó una RED (por razones de anonimato no publicamos el nombre) con quienes se co-diseñó un espacio llamado “El Modulito” que permite diversificar la oferta alimentaria con los sabores de la cuenca para el autoconsumo e intercambio. Actualmente se vinculan 14 familias campesinas con 150 consumidores. 

 

El beneficio de contar con un espacio como este, se ha extendido a la comunidad más amplia a través de un tejido de relaciones y sinergias con otros proyectos que comparten la visión de habitar el territorio de forma más regenerativa. Se ha utilizado para talleres y cursos que incluyen, entre otros, clases semanales de un proyecto educativo, talleres de huertos caseros y clases de son jarocho.

 

Retomando técnicas de trabajo colectivo como el tequio, hemos implementado sistemas agroforestales sucesionales como en el caso de Doña Clemencia, en el que cosechamos el sol de una manera más inteligente quitando árboles de pino y dando lugar a la diversidad y abundancia de los bosques naturales. La idea es aplicar los principios de la agroforestería Sucesional para ordenar el sistema, sembrar y cosechar abundancia.

 

Los productores de la Red han intercambiado conocimientos con nuestras prácticas individuales y colectivas, produciendo de una manera más resiliente y diversificando la oferta alimentaria con los sabores de la cuenca. 

 

 

Dichos proyectos han detonado también en un experimento de unidad habitacional de madera reciclada con detalles constructivos  adaptables y jardín medicinal llamada  “La Lomita”, en el cual se vincula el tratamiento de agua y generación de energía con el diseño de paisaje. Otros proyectos que se han desarrollado han sido la Escuela Comunitaria de Rancho Flor y Canto, El Mercado Agroecológico, un espacio comunitario para productores y consumidores y el “Techito” del Tinacal comunitario (tinacal es el lugar del pulque), todos ellos siguiendo el mismo sistema constructivo de madera reciclada, que a través de talleres se ha logrado vincular a la labor de nuestro colectivo para ofrecer techo a diversas actividades.

 

Desarrollamos nuestros proyectos en el margen de una cuenca en la que intentamos suavizar las diferencias desde el entendimiento de que todos habitamos el mismo territorio, bebemos de la misma agua y comemos los productos que nacen de la misma tierra. Así, el

El impacto de los sistemas de manejo regenerativo del agua en paisaje dentro de desarrollos privados, permite que el agua se infiltre y se utilice en las parcelas y terrenos productivos.

Los campesinos son la fuerza que hace presión en los bosques a través de los espacios abiertos, son los jardineros del paisaje natural. Durante años han quedado relegados y es necesario reivindicar su papel como guardianes del paisaje natural. 

 

 

Dichas acciones, buscan ser replicables y asequibles, en esta y todas las cuencas ya que replantearse en diferentes territorios, este colectivo ha nacido con la voluntad y el objetivo de ser un ejemplo de una forma distinta de habitar, una forma que busca integrar el cuidado profundo entre el agua, el suelo,los materiales, las semillas, la Tierra y todos los seres que la habitamos.

 

El habitar la cuenca, su abundancia y a la vez su erosión; nos permite entender que una nueva forma de habitar el paisaje es más necesaria que nunca. Soñamos con un tejido  diverso que genere valor ambiental, social y económico.

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